Hoy se presentan a las elecciones varios candidatos honestos,
competentes y que les duele Colombia. Desafortunadamente estos son muy pocos y,
como ya es costumbre, no podrán hacer mucho contra la gran mayoría que llegará
con el apoyo de sus empresas electorales y de las mafias. Sus costosas campañas
políticas nos permiten prever ya a qué llegaran.
De buena fe pondremos la esperanza en esos políticos rectos y lo
más probable es que la situación actual siga igual, a pesar de las buenas
intenciones. Las mayorías tradicionales impondrán su voluntad y aquellos
congresistas poco podrán hacer para impedirlo. ¿Que en algo los podrán
controlar? ¿Por qué conformarnos con eso? Acaso, ¿no merecemos mayorías que nos
representen dignamente?
Yo no quiero que las cosas sigan igual. Nos están violando y no
podemos quedarnos quietos. Con estas reglas de juego estamos perdiendo el
partido y no hay esperanzas de ganarlo. No lo juguemos en esos términos y
promovamos una ruptura o por lo menos un sacudón. Ya lo decía Alexis de Tocqueville:
“Una nación que no pide más que el orden ya es esclava en el fondo de su
corazón”.
El voto en blanco se presenta como una alternativa real que puede
darle sustancia al descontento general de los colombianos con su sistema
político. La victoria del voto blanco hoy dará una nueva esperanza. Nos permitirá
a los ciudadanos recordar que somos nosotros los que tenemos el poder y que
Colombia se merece y necesita mejores líderes. Nos despertará del letargo y nos
hará ver que es posible salir de esta situación exasperante.
Los partidos políticos tendrán que empezar a tomar al pueblo
colombiano en serio y presentar candidatos decentes; a ser conscientes de que
la clase media emergente exige respeto y una representación transparente y
honesta. Muchas más personas dignas de pertenecer al Congreso se sentirán motivadas
a postularse para las nuevas elecciones y la mayoría victoriosa de electores a
apoyarlos.
El voto en blanco no es la solución a todos nuestros problemas.
Sería ingenuo pensar así. La solución requiere tiempo y de la movilización
social, la mejora en la educación, la disminución de la desigualdad social
y el perfeccionamiento de la cultura
política de los colombianos.
si el voto en blanco sirviera para algo, estaría prohibido
ResponderEliminarAlejandra, bastante fatalista tu visión.
ResponderEliminarMateo, Me parece muy bueno el artículo, aunque es la mejor alternativa la desinformación como siempre juega un papel muy importante en este tema debido muchas veces al rumor "Eso no sirve de nada" y "Esos votos se los dan a otro candidato finalmente" se necesita fomentar un poco mas de interes en ejercer el voto y más aun en que la gente se informe y sepa como hacer valer su voto.
ResponderEliminarSolo opino....
Felsip, gracias por su comentario. Efectivamente, como vimos en los resultados, falta más pedagogía del voto para saber cómo votar y, sobre todo, cultura política para saber por quién votar.
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