domingo, 30 de noviembre de 2014

Funcionarios PTAR - Dos opciones para Neiva

Esta semana el noticiero CM& presentó una crónica sobre cómo Neiva es una de las ciudades que más contamina al rio Magdalena ya que vierte sus desechos y aguas servidas directamente en él (https://www.youtube.com/watch?v=D1F5T9e2GAE).

Debido a esa realidad, la Administración Municipal pretende construir una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR). El problema es que el proyecto, tal como está planteado, afectaría  en particular a los residentes de la Comuna Uno debido a los malos olores y en general aumentaría considerablemente el valor del recibo del agua para todos los neivanos.

Primero, el alcalde y el gerente de EPN insisten en que la PTAR se construya al lado derecho del puente Santander, contrariando las normas legales que exigen que este tipo de proyectos se ubiquen fuera del área urbana. En este caso los residentes de los barrios Camilo Torres, California, El Triángulo, Cándido Leguízamo, Villa del Rio, Santa Inés, Amborco y la misma Universidad Surcolombiana, entre otros, se podrían ver afectados por los efectos ambientales nocivos. Además el terreno no permitirá las ampliaciones que se requerirían después, estaría expuesto a riesgos de inundación y podría tratar tan sólo el 70% de las aguas servidas de Neiva.

Segundo, el sistema de PTAR defendido por la Administración presenta costos de construcción, operación y mantenimiento mucho más altos que otros sistemas viables para Neiva. Como la ley exige que el usuario pague la totalidad de los costos de tratamiento, este sistema implicaría facturas bastante costosas para los neivanos y posiblemente la pérdida de los recursos invertidos en el proyecto.

El Comité de Veeduría Ciudadana de Neiva, integrado por profesionales expertos en el tema y con intachable reputación, ha venido desde hace años cuestionando de manera persistente y admirable presuntas irregularidades del proyecto y presentando alternativas mucho más benéficas para la ciudad.

El Comité ha insistido, por ejemplo, en que se evalúe un sistema de lagunas de oxidación como alternativa al sistema compacto defendido por la Administración. El primero costaría alrededor de $64.000 millones y sería más barato de operar ya que funciona con energía solar, recurso de cero costo (y ¡abundante en Neiva!), mientras que el último costaría $133.702 millones, tendría una vida útil más corta y sería más costoso de operar ya que funciona a través de equipos electromecánicos con un alto consumo de energía eléctrica.

Con las lagunas de oxidación el incremento mensual en la factura de los usuarios sería de alrededor de $5.000 pesos y con el sistema defendido por la Alcaldía sería de alrededor de $70.000 pesos. Estas son las dos opciones que tienen los funcionarios a cargo del proyecto de la PTAR. Ni los concejales de Neiva ni los llamados “entes de control” se han manifestado de manera contundente sobre el asunto.

De igual forma, el Comité ha cuestionado el hecho de que el contratista tenía que entregar los resultados del estudio en siete meses, pero ya han pasado más de tres años y la Administración no ha declarado la caducidad del contrato. Más aún cuando Fernando Silva Gómez, director del proyecto, no responde a cabalidad las observaciones hechas por especialistas en el tema, como son los reconocidos ingenieros Bosco Hernando Chicaiza, Williams Sefair, Marcos Silva y Jesús Antonio Medina.

En el 2011 se estimó  el costo total de la obra en $60.000 millones, con lo cual la consultoría costaría alrededor de $2.552 millones. Como el costo de la PTAR propuesta se ha duplicado, el valor a pagarle al contratista también se duplicaría a cerca de $5.000 millones. ¿Será que esto tiene algo que ver con la insistencia de construir la opción más costosa?


En una entrevista del 18 de julio de 2012 Aurelio Navarro, gerente de EPN, invitó a los habitantes de la Comuna Uno a tener total tranquilidad, ya que la PTAR no quedaría ubicada al costado derecho del puente Santander. Sin embargo, hoy está decidido a construirla en ese mismo sitio. Los neivanos esperamos que estos funcionarios se abstengan de ejecutar el proyecto hasta que no se realice una socialización amplia y detallada  con la comunidad en donde se responda todas las inquietudes.

viernes, 21 de noviembre de 2014

EPN: ¿Empresas Podridas de Neiva?


Una delegación de la Contraloría Municipal de Neiva presentó esta semana ante el Concejo el hallazgo de un presunto detrimento patrimonial de $140 millones en las Empresas Públicas de Neiva (EPN) por la contratación de un escolta para Aurelio Navarro, gerente de la compañía, quien salió a desmentir los hechos y restarle importancia al hallazgo.

Ciertamente el hallazgo es de poca importancia en comparación a otros contratos que han sido controversiales y que están siendo investigados por los entes de control, como es el caso de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Neiva y la adjudicación del servicio público de aseo.

En el último caso, las EPN le otorgaron por 20 años el manejo del servicio de aseo a Ciudad Limpia, después de haber tenido el contrato anterior por cerca de 5 años. Al principio se informó que se había estudiado la posibilidad de recibir $7000 millones en un solo monto durante los 20 años o un pago anual alrededor de los 1.000 millones durante el contrato. Si embargo, al final EPN prefirió recibir más bien el 5,45% del valor del recaudo tarifario.

Utilizando de manera conservadora la metodología de valoración y las tasas de descuento propuestas por la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico, encontré que la opción adoptada representaría en términos de valor presente $4000 millones para EPN, es decir, tan solo un poco más de la mitad de los $7000 millones que representaban las otras dos alternativas – que en valor presente eran equivalentes. El señor Navarro se limitó a argumentar en ese momento “que las demás alternativas representaban buen dinero, pero a la vuelta de 10 o 15 años sería un escaso recurso económico”, como si no tuviera la capacidad técnica suficiente para entender la lógica financiera del negocio.

Ante unas cifras tan diferentes, ¿por qué la EPN se decidió al final por la alternativa menos rentable para la ciudad? De igual forma, como lo manifestó la misma Procuraduría, el plazo de 20 años no tiene ningún sustento técnico para un negocio de esta naturaleza. ¿Qué ha pasado con las investigaciones? Mientras pasa el tiempo, los neivanos siguen pagando facturas de servicios públicos cada vez más costosas.

EPN es un activo de los neivanos que podría estar proporcionando recursos muchísimo más altos para invertir en la educación y salud. Para eso requiere primero de una Junta Directiva con un alto grado de independencia – como es el caso, por ejemplo, en las Empresas Públicas de Medellín e Isagen – que le permita atraer personal altamente calificado y blindarse de los intereses politiqueros.

También necesita reformar su Manual de Contratación para racionalizar y hacer más transparente la contratación directa por mínima cuantía. Esto último toma mayor importancia cuando se avecina un proceso electoral y la empresa podría ser utilizada como la caja menor de la alcaldía para patrocinar la compra del apoyo de “lideres” comunales. ¡Casos se han visto!

Hasta ahora no he visto a ninguno de los precandidatos señalando estas aparentes irregularidades ni presentando propuestas para subsanarlas. ¿Será que andan más preocupados por empezar campañas publicitarias disfrazadas o que le apuestan también al “hagámonos pasito”?

domingo, 9 de noviembre de 2014

Muros de Berlín

Al caer la tarde del 9 de noviembre de 1989, hace exactamente 25 años, los berlineses empezaron a derribar el muro que los había separado durante 28 años; aquel “muro de la vergüenza” que había sido levantado a causa de una ideología intolerante justo cuando acababan de salir de otra y, que hasta ese momento, consideraban imposible de tumbar.

Santiago Montenegro nos recordaba hace poco que la caída del muro de Berlín no significó el triunfo del capitalismo sobre el comunismo sino que, como lo dijo el filósofo Karl Popper, lo que cayó con el muro fue la última de las grandes filosofías de la certeza, “aquellas que pretenden conocer las leyes que determinan el curso de la historia y conciben a la sociedad como una estructura totalizante y cerrada, en las cuales el individuo está subordinado a un sistema, Estado, partido o tribu”. En esas sociedades sus líderes creen saber con certeza qué es lo que les conviene a todos y los errores que hay que corregir.

En contraposición a ellas, la sociedad abierta concibe a la naturaleza humana como incierta, cree que nadie tiene las soluciones a todos los problemas, entiende que pueden tomarse decisiones eventualmente equivocadas y está organizada de forma tal que es posible corregirlas. Por eso promueve y valora la crítica, la deliberación, la libre expresión, la diversidad y la tolerancia.

El ex presidente checo  Václav Havel – que sufrió los horrores del comunismo en carne propia – señala que Popper en su obra ‘La sociedad abierta y sus enemigos’ criticó aquellos intentos de querer cambiar al mundo por completo de un momento a otro basados en alguna ideología preconcebida que presume entender todas las leyes del desarrollo histórico. Ese patrón de pensamiento y comportamiento sólo puede conducir a un sistema totalitario. Con razón Friedrich Nietzche dijo “desconfío de todos los que poseen sistemas y huyo de ellos. La voluntad para un sistema es falta de integridad”.

Hace poco Juan Carlos Henao, rector de la Universidad Externado, dijo en la ceremonia de grados de la Universidad de los Andes que la educación usualmente forma al ser humano bajo el manto de la seguridad o certeza y no bajo el manto de la incertidumbre, que es en realidad la que marca el camino de los seres humanos y para la que debemos estar preparados. Henao afirmó creer en que “la libertad está más ligada a la incertidumbre en tanto forma al ser humano para el desprendimiento, mientras que la seguridad está más ligada a la sumisión al suponer temor frente al cambio de lo que se tiene y se ha logrado”.

Berlín es hoy una ciudad cosmopolita ejemplo de tolerancia. A sus múltiples parques y zonas verdes a orillas del Spree llegan en bicicleta o en transporte público alemanes, musulmanes, judíos, negros del África subsahariana, hipsters y extranjeros a disfrutar de un asado, una cerveza o de un rato de lectura al aire libre. En los muros de Berlín relucen ahora obras de arte urbano o callejero. Es una ciudad en vía de reconciliarse con sus múltiples demonios.

¿Cuándo comenzaremos en Colombia a derribar los muros que nos dividen? Los de la indiferencia, la exclusión y la intolerancia ¿Creemos que es posible acabar con el conflicto armado y las vergonzosas desigualdades? ¿Somos conscientes de los sacrificios que ello supone?