lunes, 4 de enero de 2016

Discurso de posesión como presidente del Concejo de Neiva


Buenas noches a todos los ciudadanos presentes,

Hoy mis compañeros concejales y yo nos reunimos para compartir con nuestras familias y con los neivanos la alegría de llegar a esta corporación. Pasamos varios meses entregados a la campaña política, sacrificando tiempo con los seres queridos, levantándonos temprano y acostándonos tarde, recorriendo nuestra ciudad, haciendo reuniones, elaborando propuestas, hablándole a la gente en la calle y muchos otros esfuerzos; la ilusión de llegar al Concejo o de continuar en él nos animaba a hacerlos.

Ese sueño se ha hecho realidad hoy. Ahora nosotros queremos que ese esfuerzo haya valido la pena. Queremos marcar la diferencia porque sabemos que los neivanos también tienen la ilusión de que nuestra ciudad progrese y podamos vivir mejor en ella. Sabemos de sus necesidades. Sabemos que quieren un cambio verdadero y que confían en nosotros. Tienen la expectativa de que nosotros sepamos leer los signos de los tiempos.

Un tiempo en el que la humanidad empieza a tomar conciencia de que necesitamos urgentemente cambiar nuestro estilo de vida en lo concerniente a los hábitos de consumo, de transporte, de producción, de planeación de las ciudades, de organización social y política. Estamos ante una crisis civilizatoria que implica a su vez una crisis social, una crisis alimentaria, una crisis ambiental, una crisis del sistema capitalista y una crisis democrática. Estamos en un momento de quiebre histórico que probablemente todavía no acabamos de dimensionar o comprender en toda su magnitud.

Por todo aquello, no podemos pensar solamente como neivanos sino como habitantes de la nave planeta Tierra del que depende nuestra vida. La Neiva que soñamos no puede ser ajena a esta situación planetaria.

Necesitamos una NEIVA VERDE Y SOLIDARIA, en donde el cemento no sea lo más importante sino procurar el cuidado del ambiente, proteger y recuperar las fuentes hídricas, acabar con los asentamientos miserables en donde miles de seres humanos no tienen ni siquiera lo mínimo para vivir de manera digna, proveer zonas verdes amplias y amenas en donde los neivanos vayan a recrearse los fines de semana: a hacer un asado, a leer, a jugar y a divertirse.

Una Neiva incluyente en donde las mujeres, los desplazados, los reinsertados, los jóvenes y  las personas en situación de discapacidad o con diferentes orientaciones sexuales puedan desarrollar todo su potencial. Una Neiva en donde lo importante no sea el carro sino el peatón y por eso se le respeta. Una Neiva en donde la cultura ciudadana sea un activo valorado y buscado por todos los neivanos y sea atrayente para los turistas.
Una Neiva que abraza con alegría a las orugas de la guerra para convertirlas en mariposas de la paz.

Una Neiva en donde los servidores públicos sean SERVIDORES PÚBLICOS, es decir, personas que sirven al interés público, proveyendo bienes y servicios colectivos de calidad, sobre todo a los que más los necesitan. El Estado y sus instituciones no se pueden guiar por la cultura del favor particular, por eso debemos propiciar un cambio de mentalidad para que muchos neivanos pasen de considerarse mendigos a reconocerse como ciudadanos sujetos de derechos y deberes:

No deben rogar por favores particulares sino exigir sus derechos. Por cumplir nuestra labor no nos tienen que felicitar ni mucho menos rendir pleitesía. Para eso nos han elegido como sus representantes y para eso nos pagan. Todo lo contrario: nos deben exigir. ¡Necesitamos que los neivanos nos exijan!; así como necesitamos que nos apoyen y que nos acompañen en este proceso de renovación.

Hoy Neiva precisa de una nueva visión de desarrollo centrada en la dignidad del ser humano y la sabiduría de la naturaleza. Para eso se requiere de mayor profundidad en la elaboración de los proyectos y de un control político más estricto que asegure la debida articulación de la Administración de la ciudad, y la gestión eficiente y honesta de los recursos de los neivanos en un ambiente de respeto, transparencia e independencia.

Por eso trabajaré  arduamente junto con mis colegas para entregar un Concejo mucho más transparente, más cercano a la comunidad y más abierto a la crítica y a la participación ciudadana. Un Concejo que contribuya a devolverle a los neivanos la confianza en sus instituciones. Un Concejo que viva y valore la decencia. Un Concejo que atraiga a los mejores hombres y mujeres para servirle a su ciudad.

Sólo así podrá Neiva ser atractiva a sus habitantes, a los inversionistas y a los turistas, generar empleo, acabar con la pobreza y la desigualdad indigna, garantizar la seguridad de los Neivanos, educar mejor a sus ciudadanos,  proteger la madre naturaleza y alcanzar el BUEN VIVIR.

Como diría Luke Skywalker, ¡Que la Fuerza nos acompañe! Gracias