Se aproxima la navidad y muchos padres de
familia están todavía decidiendo qué regalar a sus hijos. La decisión a veces
no es fácil porque las opciones son innumerables al igual que los gustos de los
niños. De manera sencilla quisiera recomendar una clase de regalo que no pasa
de moda y es muy provechoso: un libro.
Un buen libro puede ser la puerta de entrada a
un apasionante relato, a la profundidad y complejidad de la psicología humana,
a increíbles hechos históricos o a avances científicos que vislumbran la
genialidad del ser humano. Para leer, como dice William Ospina, lo primero que
se requiere es la necesidad de escapar hacia otros mundos, la necesidad de
soñar despiertos.
En Colombia desafortunadamente no hay una
tradición de lectura, tal como lo indican constantemente las encuestas y como
se puede constatar en la calle. En otros países es común ver a las personas
leyendo apenas se suben al sistema de transporte, en la mesa de una cafetería, en
los parques al lado del rio o en una banca al lado de un lago. Ese tipo de
escenas acá son exóticas.
La lectura desarrolla las capacidades
intelectuales del ser humano, permite adquirir conocimiento y capacidad de
síntesis para renovarlo. Más aún, la lectura puede llegar a ser un placer; ya
que alimenta la imaginación y nos otorga la posibilidad de vivir casi en carne
propia las historias narradas por el autor. Según Jonathan Gottschall en “El
animal cuentero: Cómo las historias nos hacen humanos” (The storytelling animal),
somos una especie adicta a las historias. Aún cuando el cuerpo va a dormir, la
mente permanece despierta toda la noche contándose historias a sí misma.
Lastimosamente en los hogares y en los colegios
no se le da la importancia que se debe. El creciente uso de internet – con su
tendencia a dispersar la concentración y a darle prioridad al video – hace que
en ese ambiente cada vez menos niños desarrollen el hábito de la lectura. Este
requiere de algunas condiciones mínimas como disciplina, silencio, curiosidad
y, sobre todo, de tener un libro!
Los juguetes son necesarios para que los niños
disfruten de su niñez y desarrollen sus facultades plenamente; pero regalar un
libro puede tener consecuencias mucho más positivas en un niño. En efecto, un
niño que adquiere el gusto por la lectura desde pequeño tiene mayor
probabilidad de expandir sus destrezas mentales, tener un mejor desempeño escolar
y ser un mejor ser humano. Regale un libro a un niño y se lo agradecerá de por
vida.
A todos los lectores les deseo una feliz navidad
y un año lleno de nuevas experiencias.
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