miércoles, 13 de noviembre de 2013

¿Mujer carne de res?


El martes pasado Andrés Jaramillo, el propietario del restaurante  “Andrés Carne de Res”, sugirió que la supuesta violación de la que fue víctima una joven en el famoso establecimiento fue a causa de su minifalda. Para defender la tesis de que fue una relación buscada, Jaramillo  argumentó que “una niña que llega con un sobretodo y debajo una minifalda, ¿a qué está jugando?, y después para exculpar pecados diga que la violaron”.

Independientemente de si la versión de la joven de 19 años resulta ser cierta o no, el incidente representa una oportunidad para cuestionar nuevamente el papel que todavía juega el machismo en Colombia. Según el último Informe Nacional de Desarrollo Humano del PNUD, los patrones culturales derivados del machismo se arraigan más en las poblaciones rurales que en las urbanas. Sin embargo, este caso evidencia que este mal en realidad penetra nuestra sociedad de abajo a arriba. Aunque el señor Jaramillo se codea con la crema y nata de la elite colombiana, su argumentación se parece mucho al popular “quien la manda a vestirse así” o al “pues si se viste así es buscando algo” u otros de similar galanura.

Razonamientos como estos serían impensables en un país más civilizado. Allá las mujeres se visten como se sientan mejor – incluso mucho más ligeras que acá – pero a nadie se le ocurre que eso pueda llevar a justificar una agresión sexual. Más aún, en la calle ningún hombre les dice cosas obscenas o las mira como un pedazo de carne de res.  Acá, por el contrario, muchas personas, hombres y mujeres, crecen pensando que ese tipo de comportamientos es inherente a la naturaleza masculina: “eso es normal en un macho”.

El machismo se percibe en muchas situaciones y costumbres en nuestro país. Por ejemplo, a muchas mujeres se les tiende a juzgar despectivamente por su comportamiento sexual – mientras que el mismo comportamiento en los hombres se alaba – y se les tiende a remunerar por debajo del salario de los hombres. Peor aún, a muchas mujeres todavía sus parejas las maltratan físicamente. Por ejemplo, según el reciente Informe Decenal de Cultura Ciudadana para Bogotá realizado por Corpovisionarios, el 8% de las lesiones de pareja fueron motivadas por el machismo.

Por eso el informe exhorta a que el problema de violencia intrafamiliar deje de verse como un asunto doméstico o privado, para ser entendido, intervenido y rechazado como un problema de violencia social. Como lo señala el informe, el trabajo preventivo con victimarios, la focalización en la violencia de pareja y el desmonte del machismo son necesidades apremiantes.

El rechazo social a los imaginarios basados en esa visión y la educación en todos los niveles son indispensables. Se necesita que a la mujer se le empiece realmente a valorar, que se destaque por su inteligencia y capacidades y no primordialmente por su apariencia física. Se necesita más el protagonismo de la mujer en la empresa, la política, las artes, la academia y las ciencias para que los roles modelo para las niñas no sean solamente los que representan las mujeres en Protagonistas de novela. 

1 comentario:

  1. http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/andres-jaramillo-pide-excusas-por-comentario-sobre-minifalda_13184935-4

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