Desde el año pasado he
venido cuestionando con argumentos técnicos varios aspectos referentes a la
administración de las Empresas Públicas de Neiva (EPN), como se puede observar
en mis artículos “EPN: ¿Empresas Podridas de Neiva?, “Funcionarios PTAR–Dos
opciones para Neiva” y “Neivanos: ¡Hagámonos resPTAR!”.
Ahora el tema vuelve a tomar
mayor relevancia cuando a través de los medios locales nos damos cuenta que la
situación financiera de EPN es bastante crítica. Por ejemplo, en el 2014 los
pasivos de la empresa pasaron a representar el 57% de los activos (en el 2011
eran el 31%), la pérdida operacional fue de casi $700 millones y el flujo de
caja presentó un faltante de más de $4.000 millones para responder a las obligaciones
de corto plazo.
Aurelio Navarro, el gerente
de EPN, ya salió a desestimar las cifras presentando logros u obras en otros
campos sin responder a los cuestionamientos específicos que se le plantean. El
gerente afirma incluso que los “felicitó hasta la Contraloría por el buen
manejo de la deuda”. ¿Es eso cierto? Entonces ¿por qué razón en su último reporte
del 27 de febrero del 2015 la calificadora de riesgos Value & Risk Rating
asignó a EPN la calificación B indicando que “la capacidad de pago es mínima”?.
Según el informe de la
calificadora, al tercer trimestre de 2014 los
ingresos operacionales de EPN registraron una disminución del 16,76% frente al
mismo periodo de 2013 debido a la adjudicación del servicio de aseo. Por ese
rubro EPN había recibido $14.000 millones en el 2013 mientras que en el 2014
recibió tan sólo $645 millones debido al nuevo contrato de aseo. Señor Navarro,
¿está seguro que esa diferencia se justifica por “el pago de la interventoría,
la construcción de celdas, piscinas, clausura y posclausura de celdas” al que
usted hace alusión para defender esa aberración de contrato?
De acuerdo al gerente, el
faltante de flujo de caja se debió a unos recursos económicos (cerca de $5.000
millones) que les adeudaba el municipio “por concepto de servicios públicos a
la institución y también por el pago de unos subsidios”. ¿Por qué tan alto ese
monto que le gira el municipio? ¿Será que los neivanos estamos financiando el
mal desempeño de esta empresa? Una empresa que, por no tener competidores y
tener bajos costos debido al acueducto por gravedad, debería ser autosostenible
y estar dando utilidades significativas para invertir en la salud y educación
de los neivanos? ¿O es que se utiliza como la “caja menor” para comprar los mal
llamados líderes y pagar campañas de candidatos afectos a la Administración?
En
fin, la Administración Municipal en cabeza del alcalde Pedro Suárez y la
gerencia de EPN deben aclarar de manera seria los cuestionamientos y colocar a
disposición del público los estados financieros. Actualmente la junta directiva de EPN está
compuesta por 9 miembros que “no tienen
periodo fijo y podrán ser designados o removidos por el Alcalde cuando lo
estime conveniente o necesario”. Estoy convencido de que si fuera
independiente, es decir, si sus miembros o parte de ellos se eligieran por
criterios técnicos de experiencia y conocimiento, y no por criterios
politiqueros, EPN sería una empresa tan rentable como EPM o Isagen lo que
redundaría en el bienestar de todos los neivanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario