Esta semana se realizó el V Foro
Departamental de Derechos Humanos en el municipio de El Agrado, una provechosa
iniciativa patrocinada por la cooperativa Utrahuilca que reúne a estudiantes de
bachillerato de diferentes municipios del Huila –incluyendo a Neiva. Este
espacio académico fomenta valores cívicos y democráticos en los jóvenes y les
permite desarrollar sus habilidades analíticas y retóricas.
Este año en su versión quinta, el tema
central del foro fue el derecho a la libertad y a la igualdad establecido en el
artículo 13 de la Constitución Política de Colombia, según el cual “todas las
personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y
trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y
oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen
nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica”
Estudiantes huilenses muy talentosos
presentaron varias ponencias sobre diferentes aspectos relacionados con dichos
derechos. En cuanto al derecho a la libertad, los jóvenes coincidieron en pedir
una sociedad más tolerante y respetuosa de las diferencias; una sociedad
pluralista que valora la diversidad y respeta las opciones de vida de las
personas.
Aprovecharon el reciente suicidio de
Sergio Urrego, estudiante de 16 años que sufrió en su colegio matoneo por parte
de sus profesores por ser homosexual, para enfatizar en la necesidad de no
despreciar a ningún ser humano. El Papa Francisco ya se había referido hace
algún tiempo a este tema al decir que “si una persona es gay y busca al Señor y
tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo? El catecismo de la Iglesia
católica […] dice que no se deben marginar a estas personas por eso”.
En cuanto al derecho a la igualdad, los
estudiantes criticaron varias de las condiciones que impiden en Colombia que
este derecho sea real y efectivo, sobre todo las económicas. Por ejemplo, la
elevada desigualdad en la distribución del ingreso y la cuestionada calidad de
la educación pública representan serios obstáculos para que los colombianos
vivan realmente ese derecho constitucional. Precisamente el nobel de economía
Amartya Sen dice que que “las instituciones y las reglas son muy importantes
por su influencia en lo que sucede y por ser parte esencial del mundo real,
pero la realidad efectiva va mucho más allá de la imagen organizacional e
incluye las vidas que la gente es capaz o no de vivir”.
Tanto la libertad como la igualdad, deben
estar sumergidos en la fraternidad, el otro derecho que promovieron los
revolucionarios franceses. Este derecho evoca hermandad y solidaridad, valores
que los participantes del foro también resaltaron como necesarios en la
coyuntura actual de un posible fin al conflicto armado en Colombia. La mayoría
se mostró dispuesta a perdonar y a ser solidaria como requisito indispensable
para lograr la reconciliación en nuestro país y, de esa forma, tender hacia un
país con más libertad e igualdad.
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