martes, 30 de abril de 2013

Puestos en su sitio


Diego Molano, ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, reveló esta semana que el Huila es el único departamento de Colombia que todavía no ha accedido al servicio de fibra óptima impulsado por el Gobierno. Según el alto funcionario el problema se debe a que la Electrificadora del Huila (Electrohuila)  en cabeza de su gerente se ha negado a aprobar el proyecto.

Debido a dicha negativa los huilenses no podemos aprovechar los beneficios de este servicio. Por ejemplo, las empresas, los estudiantes, los investigadores y los turistas ven afectadas sus actividades como resultado de la decisión. Según las declaraciones del mismo ministro, no existe hasta el momento una justificación convincente para negarle al departamento acceder a este plan nacional.

Como es bien sabido, desde hace algunos años  esta empresa pública ha sido controlada por un grupo político que la utiliza como baluarte burocrático para pagar favores electorales ofreciendo puestos y contratos a simpatizantes políticos. Lo mismo ocurre con otras entidades como ICBF, SENA y Empresas Públicas de Neiva – por  mencionar algunas – que son controladas por otros carteles políticos.

Por tanto, no resulta raro que muchas veces personas sin la formación y las capacidades requeridas terminen trabajando en estas empresas. Esto termina reflejándose en la pésima calidad de los servicios, altas tarifas de los servicios y mal servicio al cliente. Los que reciben los puestos como pago de un favor terminan también guardando lealtad a sus jefes políticos y en muchos casos volviéndose cómplices de actos de corrupción.

Muchos huilenses nos hemos acostumbrado a que esto ocurra. Pero si nos paramos a pensar nos daremos cuenta que eso puede y debe cambiar. A todos nos beneficia que las personas que trabajan en las empresas públicas sean seleccionadas por mérito. Servidores públicos debidamente calificados tienen un mejor desempeño y eso se traduce en mejor servicio y en mayor transparencia y eficiencia. Así mismo, lo justo sería que jóvenes que han estudiado con esfuerzo y dedicación pudieran acceder a esas oportunidades laborales sin tener que estar detrás de los politiqueros.

En conclusión, los puestos públicos en su sitio: a quienes realmente los merecen y compiten de manera justa y transparente. De igual manera, los politiqueros puestos en su sitio: debemos ser conscientes que no solamente el candidato que compra votos con dinero  o regalos materiales sino también con puestos es una persona deshonesta de la que no se puede esperar que una vez gane actúe honestamente. Vamos a ponerlos en su sitio. Sí podemos. 

Adenda: A propósito del tema, ¿será que los carteles políticos del Huila también controlan ahora puestos en empresas que desarrollan proyectos de infraestructura de gran envergadura a los que se debieron haber opuesto?

domingo, 21 de abril de 2013

Familias en Acción y educación


La mayoría de evaluaciones de Familias en Acción han encontrado que, aunque el programa ha aumentado el número de estudiantes matriculados y los niveles de asistencia escolar, no ha logrado mejorar el desempeño académico de los estudiantes beneficiarios. Esto es una gran falencia dado que su objetivo final es  aumentar el capital humano de las personas de escasos recursos para que puedan romper el ciclo de pobreza.

La falta de aspiraciones entre los más necesitados puede crear ‘trampas de pobreza’ que les dificulta superar su situación. Esa falta de esperanza en el futuro, por su parte, afecta la motivación de los estudiantes pobres en la secundaria, los cuales terminan poniendo menos esfuerzo en sus estudios. Para romper con ese ciclo es importante, entonces, crear incentivos apropiados. Muchas veces el problema no es tanto de falta de recursos o, por lo menos, con los recursos existentes pero con un mejor diseño de las políticas sociales se podrían obtener mejores resultados.

Si bien es necesario mejorar la calidad de la educación en general, en el caso específico de Familias en Acción el programa se podría complementar con otras intervenciones que incentiven a los estudiantes beneficiarios a tener un mejor desempeño académico. El subsidio escolar se podría condicionar al rendimiento académico del estudiante (por ejemplo, a no perder logros) y no sólo a la asistencia escolar como ocurre hoy. Parte de este subsidio se podría depositar directamente a una cuenta restringida a nombre del estudiante al comienzo de cada bimestre. Si el estudiante pierde ‘logros académicos’ al final se le debita la cantidad respectiva a ese bimestre. Esto hace más eficiente el incentivo al tener un horizonte de corto plazo y aprovechar el ‘efecto dotación’ según el cual las personas tendemos a darle un mayor valor a nuestras cosas propias y que, de acuerdo a un estudio reciente, se puede aprovechar en el campo de la educación. Al terminar la secundaria, los estudiantes que se matriculen en una institución de educación superior podrán utilizar los fondos de esa cuenta restringida.

El incentivo anterior se podría complementar otorgando una beca para estudios superiores a los beneficiarios con los mejores puntajes en las Pruebas Saber 11 en cada municipio.  Las becas se deberían otorgar en actos públicos  en donde se reconozca no solamente el esfuerzo de los estudiantes sino también la contribución de los respectivos profesores y padres de familia. Es crucial involucrar a estos últimos porque sus aspiraciones influyen en las aspiraciones de los estudiantes. Por último, se podría explorar la posibilidad de realizar ‘contratos metafóricos’ entre los padres de familia y los gestores del programa en donde aquellos se comprometan, por ejemplo, a leer frecuentemente a sus hijos pequeños o a generar el ambiente propicio en sus casas para que ellos estudien.

domingo, 14 de abril de 2013

Esto es el comienzo


No sería sorprendente que hoy la Unidad Regional se proclamara victoriosa una vez más en el Huila. Digo una vez más porque ya desde hace tiempo ha gobernado el Departamento. Como sucedió con el Frente Nacional, los dirigentes de los principales partidos nuevamente han hecho acuerdos para repartirse los contratos y la burocracia. La diferencia es que esta vez hicieron el pacto de manera más abierta, a pesar de que al final lo hayan querido presentar  como una respuesta al “clamor” de la sociedad civil. ¿Cómo va ser así si ni siquiera tienen en cuenta a sus propias bases partidistas en las decisiones?

A la mayoría de politiqueros los une estrechamente la forma de hacer política. Una política dañina basada en comprar votos, ofrecer puestos y favorecer con contratos a quienes financian sus campañas. Para ver los resultados sólo hay que salir a la calle y ver el escaso progreso. No sorprenden porque esa forma de hacer política se alimenta precisamente de la pobreza, la falta de movilidad social y la corrupción.

La maquinaria que manejan es un tigre que esta vez no solamente va a pelear contra burro amarrado sino también amordazado ya que se las ingeniaron para que se prohibiera hasta la propaganda a favor del voto en blanco. ¡Colombia es realismo mágico! A pesar de eso han invertido en la campaña una formidable cantidad de recursos. ¡A que no adivina cómo van a recuperar esa inversión! El que no quiera ver que no vea. Cuando el paciente no mejora sino que cada vez empeora más, resulta indispensable cambiar de médico. No esperemos que los que nos trajeron a esta situación nos saquen de la misma.

Independientemente de si gana o no, el inusitado apoyo al voto en blanco es una luz de esperanza para los que soñamos con ver al Huila liberado de estos carteles políticos que lo han secuestrado. El hecho de que algunas persona con otros intereses estén apoyando también el voto en blanco no deslegitima en lo más mínimo el generalizado sentimiento de rechazo y hastío de la ciudadanía. Esos carteles ya se están dando cuenta de que tarde o temprano no podrán continuar aprovechándose  alegremente de las necesidades y falta de cultura política de un sector de la población.

De nosotros depende que sea más temprano que tarde. A los huilenses que estamos convencidos de que la  verdadera política, decente y digna,  puede llevar a un Huila más próspero y justo, nos corresponde empezar a trabajar desde ya para facilitar el surgimiento de nuevos liderazgos. La próxima oportunidad debemos apoyar a grupos políticos que presenten propuestas concretas, serias, bien estudiadas, con visión y respaldadas con una reputación de integridad. Sí podemos.