Desde que era niño he soñado con servir a mi país desde la
política. Por eso traté de prepararme lo mejor que pude para estar en capacidad
de ofrecer soluciones colaborando en un proyecto cívico-político que promueva
el liderazgo colectivo y el fortalecimiento de las instituciones, como la forma
más conveniente de renovar realmente la política de tal forma que pueda
favorecer el bienestar de los colombianos.
Fue con eso en mente que, cuando decidí regresar a mi departamento
para iniciar mi carrera política y devolver lo que he recibido, me le presenté
al doctor Rodrigo Lara Sánchez y le dije que él era el único político del Huila
que yo conocía con el que me gustaría trabajar.
Este exitoso cirujano de tórax hecho a pulso había obtenido en las
pasadas elecciones a la alcaldía de Neiva cerca de 30 mil votos sin comprar uno
solo, haciendo una campaña muy austera en la que gastó menos del 10 por ciento de
lo que invirtió su principal contendor (Pocos políticos pueden decir lo mismo
por más que se jacten de que son almas limpias y puras sólo porque no han sido
sancionados por los “órganos de control” que ellos o sus padrinos políticos
controlan).
Desde entonces ha seguido conociendo Neiva, no solamente desde su
labor de médico y de profesor universitario que le permite conocer de primera
mano las angustias, esperanzas y necesidades de la gente, sino también
visitando constantemente las comunidades para escucharlas y compartirles de
manera sencilla su proyecto político. Con ese interés de servicio y a pesar de
su extenuante jornada laboral, dedicó tiempo para hacer una especialización en
Gobierno y Gestión Pública Territorial en la Universidad Javeriana.
Este trabajo persistente, coherente y desinteresado es el que ha
atraído a muchas personas que, como yo, desean que a la administración
pública lleguen personas independientes, preparadas y honestas que sólo se
deban a los ciudadanos y no a maquinarias políticas usurpadoras de los recursos
públicos. El doctor Lara Sánchez (en realidad uno de los pocos políticos que sí
merecen ese apelativo debido a su profesión), mantiene su interés de hacer una
campaña austera, transparente y de alianza directa con los ciudadanos, debido a
su convicción de que de la forma de hacer política depende después la
administración pública.
Ya otros políticos alejados de la política tradicional y del
clientelismo como, por ejemplo, Sergio Fajardo y Antanas Mockus (también
profesores universitarios) han gerenciado y transformado con reconocida
habilidad sus ciudades, al igual que lo hizo y lo está volviendo a hacer con
Chile la presidenta Michelle Bachelet (también médico cirujano). Usted tiene ahora
el reto de seguir construyendo equipo con personas íntegras y cualificadas, y
de impedir que politiqueros oportunistas y aduladores empañen ese proyecto.
Quienes lo apoyamos con espíritu independiente y crítico esperamos
que usted mantenga esos ideales y esa posición ya que, como lo dijo Luis Carlos
Galán el día del sepelio de su inmolado padre, lo primero que identificó a
Rodrigo Lara Bonilla fue el deseo de
cambiar la manera de hacer política para darle al pueblo instrumentos
auténticos de expresión, seguro de que su actitud tendría que sacudir la
conciencia colectiva.
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