La semana pasada concluyó en Corea la
doceava Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica
(CDB). Allí se recalcó que el bambú es un arma poderosa contra el cambio
climático. Un arma infravalorada a pesar de que fue declarada por la
Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
como “la planta del milenio”.
En el mundo hay 1.200 especies de bambú y
unas 600 se encuentran en América, de las cuales la más valiosa es la guadua
colombiana. Simón Vélez, arquitecto colombiano y artífice de la utilización de
la guadua como material alternativo, afirma que esta especie vegetal comprobó
que sí es el acero vegetal al soportar nueve toneladas (400 kilogramos por un metro cuadrado) el
segundo piso del pabellón de Expo Hannover 2000 hecho en guadua.
El economista belga Gunter Pauli,
considerado hoy en día una de las voces líderes en modelos económicos
sostenibles de todo el mundo, afirma que la guadua es funcional, barata, ecológica y tiene una belleza tan
especial que piensa en ella como un renglón de exportación importante para
Colombia pero dándole algún valor agregado. Pauli, creador del concepto
“economía azul”, que postula procesos industriales sin residuos y sin impacto
sobre el medio ambiente, afirmó en Colombia que ya tiene identificados varios
de los valores agregados de esta planta: el diseño, el sistema de inmunización,
el análisis de pruebas de carga y los cálculos de ingeniería.
Samuel Ospina resumió las bondades de la
guadua señaladas por Pauli: Tiene más resistencia a la tensión en libras por
pulgada cuadrada que el acero. La energía y el agua que se necesitan para
cultivarla es sólo una fracción de lo que necesitan los materiales de
construcción, como el acero y el cemento. Crece extremadamente rápido y es un
recurso renovable barato que dura mucho tiempo. Su éxito en construcción ha
sido demostrado en el departamento de Caldas, en donde edificaciones de tres
pisos, construidas hace más de un siglo, están aún en pie.
También actúa como una excelente tubería
de desagüe que puede sustituir a la tubería de PVC y se puede usar en sistemas
de riego para cubrir distancias de centenas de kilómetros. De igual forma, es
una base de combustibles renovables que produce 72.000 litros de combustible de
alcohol por hectárea plantada. El bambú suramericano o tropical, como también
es conocida, permite captar CO2 cuando se corta, regenerar la capa vegetal y
evitar la erosión del suelo, ya que tiene sistemas de raíces muy fuertes y muy
extensos.
Por todo lo anterior, la guadua tiene un
basto potencial de desarrollo en Colombia y particularmente en el Huila, debido
a su diversidad de usos. Mi amigo Carlos Francisco Falla, uno de los
principales promotores del uso de la guadua en nuestro departamento, sostiene
que por muchas condiciones naturales y culturales del Huila el cultivo y uso de
la guadua es la mayor promesa que está en nuestras manos establecer,
desarrollar y fortalecer